OPINIÓN: Cuestión de Cultura - EL PATRIOTA DIGITAL

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lunes, 15 de enero de 2018

OPINIÓN: Cuestión de Cultura

Oriana González, el Patriota Digital.-

El próximo párrafo es, en su totalidad, pedazos de las canciones de Apache y Canserbero (raperos venezolanos) con el fin de explicar una Venezuela de miseria que no empezó con Maduro:
“Venezuela, tierra de clima tropical pero habitantes fríos, no elimina de su día a día la constante tragedia, racismo y clasismo. Donde los delincuentes arremeten contra inocentes; donde ya no hay puesto libre en el autobús ni cama en el hospital para que madres den a luz ni cupos en la Central para esta juventud que muere joven; donde hay autopistas sin luz y pueblos sin asfaltado mientras da un discurso bonito el jefe de estado; donde la papa esta escasa y la taza de la violencia en alza.  
Un país en el que la policía es el hampa en uniforme, simples delincuentes con placa en el pecho y cuyo sueldo inconforme los incita a chantajear y estafar. Un país en el que en la rifa de la muerte tu número puede ser el próximo; donde nadie se mete ni para ayudar a la señora que la roban sola porque cualquiera tiene una pistola; donde la vida todo el tiempo está en riesgo y si no la cuidas la pierdes en segundos; donde las balas llueven y la muerte es más rápida que el sonido. Ciudades llenas de monóxido y bocinas atorrantes en todas partes, donde las personas caminan con un poco (o bastante) adrenalina.  
Una nación donde prefieren comprar aviones de guerra que cuestan más que construir una escuela donde pudieron formar a los niños que hoy en día son delincuentes o mujerzuelas; despilfarrando millones para campañas políticas a diario, cuando con un cuarto de eso harían el hospital en mi barrio donde se pudo haber salvado tanta gente.  
Donde hay personas que no quieren aceptar que el peor ciego es el que la venda no se quiere quitar, donde no puedes confiar ni siquiera en los diarios que lees porque todo está preparado y previamente pagado y comprado. Todos, peones de gobernantes que quieren encerrarnos en una vil filosofía.”

Muchas de esas palabras fueron escritas antes del 2012. En 1970 ya Renny Ottolina nos avisaba del peligro que supone una sociedad dependiente del Estado y la amenaza a la libertad que ya se podía oler en ese momentoEn 1963, Miguel Otero Silva ya nos contaba entre las páginas de sus libros la crueldad de la dictadura, y es que hasta en 1929 ya Gallegos nos hablaba de aquella tierra de barbarie, violencia y corrupción que actualmente no parece haberse desapegado de nuestra sociedad.      

Porque ni en la cuarta, ni en la tercera, ni la segunda, ni la primera... ninguna de las 5 repúblicas parece habernos convertido en la sociedad civilizada que Santos Luzardo soñaba. Hoy en día, no es una mentira para nadie, vivimos en el peor abismo de la historia venezolana, ¿pero no es esto más que la situación agravada y generalizada de una realidad que lleva demasiado tiempo, pero estábamos muy ocupados como para ocuparnos de ella? 

No importa cuántos billones de dólares puedan ingresar en nuestra economía rota y que tanto se puedan llenar nuestros bolsillos si seguimos llevando las cabezas huecas, que años de historia todavía no han podido enseñar. Y tampoco importa que el petróleo triplique su precio, cuando el valor de la vida continúa devaluándose. Va mas allá de los precios y de los gobernantes de turno... ya no se trata de eso, sino de una frase que incluso puedes encontrar en los grafitis caraqueñosno es cuestión sino de cultura.

Ya que tal parece que mientras el "American Dream" de los gringos es trabajar duro para llegar alto, el nuestro es ganarnos la lotería (pregúntenles a los animalitos para que vean); y que mientras el común denominador es ganar mi dinero para comprar mi comida, aquí esperamos un pernil por parte del gobierno antes de darnos cuenta que nuestros estómagos ahora están igual de vacíos que nuestros cerebros.
No me gusta generalizar, pero esa es una realidad ineludible que se batalla a punta de conciencia y no de rifles, libros y no tanques, amor y no odio. Más allá de una lucha político-social esta es una lucha de cultura y moral... aquella moral democrática que tanto se alaba y solo termina siendo el embuste que ya aprendimos a no creer.

Venezuela sigue siento el país en donde nacieron los autores que mencioné anteriormente y de donde salieron las mentes que hoy brillan fuera de nuestras fronteras... fronteras imaginarias y esparcidas por el mundo, porque cada venezolano que se ha ido se llevo un pequeño pedazo de Venezuela consigo; falta entonces que vuelvan para unificar no aquel pedazo de tierra al norte del sur, sino para unificar ese sentimiento tricolor debilitado ante la incansable lucha por el poder que no hemos sabido acabar.

Para terminar y citando a Apa y Can nuevamente: "Podemos pero no queremos cambiar... antes de regalar a otros la culpa, hay que empezar primero con aprenderte a evaluar, aceptar lo que está mal y cambiar.

Me di cuenta que en realidad no falta nada más que recuperar la fe y las ganas. Sin soñar jamás lograremos cambiar. El éxito se alcanza con empeño, pero a veces también hace falta soñar. 
La clave es alejarse del entorno negativo y transformar toda esa energía en algo productivo, como el que se enfoca en cumplir objetivo y ser constante, o el estudiante que se faja para ser alguien importante... el padre de familia, que la pasa en vigilia para salir al día siguiente y sacar a los suyos hacia adelante.

¡Levántate! Contra los clanes que no quieres que seas ave y convertirte en una oveja mas.
¡Ponte de pie! Contra los entes que no les conviene que tu pienses diferente a los demás."

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