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viernes, 16 de marzo de 2018

Es mi luz, Concurso de Redacción

Daniela Rodríguez, Concurso de Redacción (Cuento).- 

Es muy fácil decir “Te quiero” o decir “Te amo”, son palabras, que todo el mundo las puede decir a su manera, pero… ¿Esas palabras son muy significativas? ¿No?
Articular la palabra “Te quiero” a una persona Anti-compromiso, es darle un maldito susto, pero decirle “Te amo” es cómo matar a esa persona, destrozar cada parte de su cuerpo y mente; eso ya lo supe por experiencia.
Observo su rostro y todas sus articulaciones, sé ha quedado mudo, sólo a mí se me ocurre decirle esas palabras tan fuertes a alguien que ignora el sentimiento del amor. Yo Anabel O’ Brian, le digo Te quiero a la persona con la cuál sale desde hace ya 2 años.
-¿Te quedaras callado o me dirás que soy una idiota? –Digo con ironía, el silencio de él me está matando. ¿Sé tenía que quedar callado en esté maldito momento?
-Yo…Bueno… Sabes… -Titubea.
Por mi instinto sé que me rechazara, pues a fin de cuentas tenemos una cosa rara, no llamaré lo que tenemos cómo relación y tampoco lo llamaré amistad, es algo intermedio.
Conocí a Anthony por un amigo en común de nosotros, todo empezó en el cumpleaños de Drake, nuestro amigo, tras muchos tragos y una gran plática, nos conocimos Anthony y yo. Lo sé una fabulosa historia de romance.
Intercambiamos números, pláticas, salidas y demás, logramos hacer una amistad, en ese lapso de tiempo me di cuenta de varias cosas, la primera fue que Anthony era un chico sin compromiso y la segunda, él tenía cierto interés en mí. Suena contradictorio pero no es ese tipo de interés, tiene el interés físico.
Tras las salidas, coqueteos, millones de millones de pláticas, logramos tener algo; no negare que siempre me he sentido atraída por él, y pues, fácilmente caí en sus encantos, luego de unos besos, pasamos a la fase de relaciones, sí, me acosté con Anthony.
-Puedes hablar, no te comeré, golpearé o mataré sí no lo haces.
- No creas que yo no tengo sentimientos, sólo estoy sorprendido que seas la primera que dijera Te amo, esas palabras son muy fuertes. –dice tomando aire, joder, en algún momento se va a morir por no respirar. –Pensé que eras esas chicas que disfrutaban de la vida y no querían nada serio, no negaré que la relación que ambos tenemos llegué a sentir algo de atracción, pero siempre descartaba la idea.
<<No soy bueno, soy una mierda, ¿Cómo te vas a enamorar de alguien que le tiene miedo al compromiso? Es algo muy loco, sin duda muy loco, lo siento, pero creo que no puedo continuar con lo que sea que tenemos. No es por ti, eres una mujer que enloquecería a cualquiera, lo hiciste conmigo, pero soy yo la bestia que se niega a tener algo que puede que me haga feliz. A fin de cuentas podemos ser amigos y olvidar todo lo que sucedió durante estos años ¿Te parece? –termina de decir con una pequeña sonrisa sin mostrar sus dientes.
Me quedó incrédula por sus palabras, le dije hace unos minutos que lo amo y ahora me está diciendo que olvidemos todo lo que paso, ¿Es enserio?, Las palabras duelen más que las acciones, y vaya que eso ha dolido.
Sin hacer dramas por su declaración, me acerco hasta él y le doy un beso. Él último beso que le daré.
Paso mis brazos por su cuello y lo beso un poco más, no es un beso húmedo y tampoco es un peso apasionado, lo describiría cómo un beso de despedida.
Él pasa sus manos a mi cintura, me acerca un poco más a él y me sigue besando, siento su lengua queriendo abrir paso a mi boca, justo en ese momento corto el beso, él me mira con desconcierto y le doy corto beso. No dejaré que ese beso llegué a más, no dejaré que me vuelva a tener entre sus manos, ya no más.
-Hasta luego Anthony. –Digo, le doy una sonrisa antes de darle un abrazo.
-Lo siento Ana. –dice logro percibir en su voz que se siente triste. Pues nadie se sentiría feliz que después de mucho tiempo de una extraña relación terminara con un Te amo y por tú miedo al compromiso.
Sin duda es algo muy loco lo que acaba de pasar.
El besa mi frente antes de dirigirse a la puerta y finalmente irse, no negaré que duele, duele que te rechacen por el miedo a comprometerte con alguien, en pocas palabras, me rechazo por miedo al amor.
Genial, esto lo tengo que colocar en mi lista de logros amorosos.
Sin poderlo evitar me siento en el sofá desanimada, no lloraré, aprendí que no hay que llorar por hombres así, lo que puedo sentir en este momento es tristeza; Pensé que él podría cambiar por mí.
Vaya mentira en la que estaba creyendo.
__
Han pasado ya casi 5 meses desde lo que ocurrió con Anthony, pensé que me iba a afectar y ponerme cómo toda una actriz de la televisión, de las que hacen dramas hasta cuando alguien se come su comida, pero afortunadamente no sucedió, supongo que asimile el porqué de cómo el no pudo aceptar mis sentimientos.
No he hablado con Anthony, supongo que “Quedar cómo amigos” no va a resultar.  
Agarro las llaves de mi carro junta a las llaves la mi apartamento y salgo cerrando la puerta, porque es obvio, no quiero que me roben las cosas de mí hogar, es lógico. Bajo hasta el estacionamiento y me dirijo a mi carro, es un Volkswagen antiguo, que comúnmente lo llaman escarabajo. A nadie le gusta, pero para mí  es el mejor carro de todos.
Acomodo mis cosas para el trabajo en la parte de atrás, ahí dejo mi laptop y junto a los borradores e imágenes para las portadas, en el lado copiloto dejo mi cartera. Trabajo en una editorial reconocida en mi país.
Ya en camino me pongo a cantar y a bailar cómo toda una loca, ¿Quién dijo que uno no podría bailar en su auto? Es la cosa más divertida que alguien puede hacer. Hasta gritar y que los demás choferes te miren cómo una cosa rara.
Llegó a la editorial y saludo a mis compañeros de trabajo, la primera en saludar es Elisa, mi mejor amiga, ella y yo nos conocemos desde hace ya casi 9 años; sé todo lo que sucedió con ella y su ex novio, de la cuál ella realizo una demanda, y tras superar todo ese terrible conflicto con su ex pareja, es feliz junto a Derek Winchester, otro compañero de trabajo, llevan dos casi tres años en su relación. 
-Muy buenos días pequeña cucaracha, ¿Cómo has estado? –Digo tratando de fastidiar a Elisa. Su gran miedo son las cucarachas y siempre le hago bromas sobre ellas.
-Estúpida. –dice riendo. –Me encuentro muy bien, ¿Leíste los borradores que te envié? ¿Crees que son buenos? Yo odie el segundo, la historia es muy rosa y muy cliché. 
-Oh sí claro, yo también me encuentro bien, gracias por preguntar. –Digo con sarcasmo, ella rueda los ojos mientras ríe. –Sí los leí, la primera historia me gusto, se ve muy realista, va con los temas que te atrapan y no te sueltan. Y la segunda historia opine lo mismo, pero no es tan cliché, tiene un final muy inesperado, nadie piensa que de tantos líos acabe con él que uno menos sé lo imagina.
Ella detiene sus hermosos ojos verdes en mí, tiene una expresión pensativa. Sin duda alguna ella es hermosa, cabello rizado, piel trigueña y esos hermosos y cautivadores ojos. No negaré que yo me quedo atrás, castaña, con ojos azules y piel blanca, sin duda somos una bomba.
-Tienes razón, la historia al principio no atrapa pero luego ¡Wow! Te pone algo que no te esperas.
-Siempre tengo la razón. –Digo con egocentrismo haciendo una pose diva.
-Idiota. –Dice antes de reír.
__ 
Salgo del trabajo tras tantas horas de corregir, editar y realizar algunas portadas.
‘Vaya día’ es el pensamiento inicial en mi mente.
Creo que iré a esa cafetería que queda cerca de donde vivo, ahí sirven el mejor café de todo el mundo.
Entrando a la cafetería me dirijo a pedir mi orden, cuando ya está lista me siento en una mesa viendo la decoración del lugar mientras tome mi café con vainilla y chocolate.
Es linda, es algo rústica con ese toqué moderno que cuando lo vez no te provoca salir, el ambiente siempre es muy lindo, personas hablando, parejas teniendo pláticas y cosas románticas, pues, lo típico que podemos observar.
Dirijo mi vista en un chico, puedo notar que hace lo mismo que yo, observa el lugar mientras toma su café, noto que tiene un cuaderno en su mesa, me imagino que escribe algo. Lo observo mejor y diría que es atractivo, tiene ligeras ondulaciones en su cabello, su piel es clara sólo que un poco bronceada, y sin duda ese bronceado lo hace lucir bien, junto sus ojos grises; trae puesto unos pantalones negro no ajustados, algo de lo cual lo haría lucir bien, y una camisa de mangas largas azul oscura. Esté hombre podría enloquecer a cualquiera.
Me le quedó viendo por unos minutos hasta que él me observa, ¡Diablos! ¡Por qué él tiene que ser tan atractivo! Tengo que irme. Entro en pánico ante mis pensamientos.
Antes que pudiera levantarme él va a mi mesa. 
‘¡Mierda! ¿¡Qué diablos hago ahora!?’ Es el pensamiento más importante ahora mismo.
-Hola, ¿Podría sentarme contigo? –Es lo primero que dice con una gran sonrisa. Sin duda alguna esté hombre podría matarme.
No pronuncio nada, sólo asiento con la cabeza mientras el sé sienta.
-Note que me estabas mirando, ¿Hay algo malo en mí?
‘Pues no hay nada malo es que eres jodidamente atractivo para mis ojos y por eso no puede evitar mirarte.’ 
-Yo… Lo siento sí te incomode, sólo que sé me hizo raro que un chico cómo tú estuviera solo. –Titubeo un poco antes de hablar, algo de él me intimida y me hace sentir nerviosa.
El me observa durante unos minutos, supongo me está detallando, sus hermosos ojos grises van a mis labios y ojos, finalmente sonríe. Dios esté hombre me matará con sus sonrisas.
-Un gusto me llamo Christian Taylor, ¿Cuál es su nombre?
-Me llamo Anabel O’ Brian, un gusto. –Logro decir sin ponerme nerviosa.
-El gusto es mía Ana.
Dios me tenga en su santa gloria, porque creo que me voy a morir.
Tras un rato de plática con esté Ardiente/Sexy/Hermoso/Precioso hombre llamado Christian me enteré de varias cosas, hablamos cómo sí nos conociéramos de toda la vida. Y nos conocemos hace tan sólo una hora.
El destino es tan loco por cruzar personas tan atractivas en mi camino.
Luego de hablar por tres horas durante la cafetería con Christian, puedo darme cuenta que es un gran chico, se nota que ama y adora a su madre, tiene 25 años y es abogado.
Le comente que algunas cosas de mí, tanto cómo el; mi relación con mis padres, que tengo 23 años y que soy una editora en jefe de una editorial. Pero llegó la pregunta del año.
-¿Estás soltera? –Pregunta con un leve sonrojo en sus mejillas.
-He, sí lo estoy.
-Oh gracias al cielo, pensé que una mujer tan hermosa cómo tú tendría novio. –dice con una sonrisa. Ahora, Me está coqueteando ¿verdad?
-¿Eso fue un coqueteo? – digo con una sonrisa.
-Puede que sí, puede que no, nunca se sabe. – responde con burla, esté chico es muy encantador. - ¿Te gustaría pasarme tú número? Quisiera seguir en contacto contigo Ana.
Le doy mi número y el me da el suyo, platicamos un rato más y nos despedimos son casi las 8:00 de la noche.
__
Ha pasado unos meses desde que conocí a Christian, he seguido en contacto con él, es un chico muy dulce, nos hemos visto un par de veces y siempre me saca una sonrisa.
Tuvimos una cita, tenía mucho tiempo sin tener una, con Anthony fueron salidas entre amigos y creo que una sólo nosotros dos en una fiesta. Mi cita con Christian fue normal, fuimos a comer comida italiana en un restaurante, fue semi-formal y finalmente nos despedimos con un beso.
“Tras salir del restaurante Christian y yo salimos a dar un paseo a un parque, era pequeño y muy lindo, donde te puedes centrar en pensar y reflexionar todo lo que desees. Ambos estamos tomados de la mano, su mano es un tanto suave, y cabe perfectamente con la mía.
Creo que está es la mejor cita que he tenido.
-¿Ana? 
-¿Sí?
-¿Estaría mal sí siento unas ganas inmensas de besarte? –dice miran mis ojos y luego mis labios, puedo notar que tiene ese rubor tan característico de él cuando tiene pensamientos románticos o me coquetea.
-No estaría mal sí yo ciento lo mismo. –lo miro a los ojos cuando me le acerco un poco.
Noto que el respira hondo, sé acerca a mi rostro, acaricia mis mejillas con una de sus manos y sé acerca lentamente a mis labios, creo que me está torturando. Nunca pensé que me sentiría tan ansiosa de un beso.
Siento una presión en mis labios, es corta, nos miramos mutuamente antes de que el vuelva a hacer esa presión en mis labios y finalmente besarme. Al principio empieza lento, tomando nuestro tiempo para disfrutar el beso, siento que quiere llevar el beso más lejos, siento su lengua querer entrar en mi boca, es un beso húmedo, ambos hacemos nuestro trabajo en esté beso y finalizando el beso, el me da pequeñas presiones en mis labios.
Cuando terminamos ese grandioso beso nos miramos a los ojos y sonreímos, antes de volver a besarnos.
Él me acompaña hasta mi apartamento y sé despide de mi dando el último beso de la noche.”
Esa majestuosa noche di mi primer beso con Christian, hemos estado saliendo, pero lo nuestro no es nada serio por los momentos, no hemos tenido relaciones, no sucederá lo mismo que me paso con Anthony.
Estoy en mi oficina, frente a la computadora terminando de corregir el libro que me enviaron, y recibo un mensaje de texto.
“Sigo recordando nuestro beso en el parque, ¿Es normal que justo en este momento tenga las mismas ganas de besarte?”
Empiezo a reír recordando ese beso. Rápidamente le respondo.
¨No eres el único que recuerda ese momento, también tengo ganas de besarte”
A los segundos me llega un mensaje de el en respuesta.
“¿Puedo ir a buscarte a tú trabajo? Te quiero dar una sorpresa”
Le afirmo que acepto su proposición e intercambiamos unos que otros mensajes.
Al cabo de una hora y media, llega el chico ardiente llamado Christian.
Cuando llego a su auto me saluda con un beso, algo largo, y finalmente me sonríe y da un beso en mi mejilla.
Hablamos por unos minutos hasta llegar al apartamento de Christian y me da un cuaderno titulado “Razones por las que me enamore de ti”
Leo cada una de las hojas de esté cuaderno, poniéndome cada vez mar nerviosa por la mirada de él en mí.
2da razón por la que me enamoré de ti.
Desde que te vi ese día en la cafetería no pude evitar sentirme atraído, fuiste cómo un rayito de luz que me ilumino a dirigirme y hablar contigo, el sonido de tú voz, tus ojos azules mirando cada parte de mi o simplemente verte sonriendo y con ese rubor tan bonito que se refleja en ti cuando te hago un cumplido son las cosas que me tiene loco.
Cuando te bese sentí la gloria de estar con una chica tan extraordinaria cómo tú, sin duda. Haces delirar mi mundo.
Por esta razón me enamore de ti
Leo las otras hojas y al final me encuentro con un “¿Quieres ser mi novia”.
Lo veo, me quedo callada, siento mis mejillas sonrojarse, ¡Dios, porque me pones en esta situación tan crítica!
No lo rechazaré, tengo sentimientos por él, sólo estoy sorprendida que hoy cumplíamos un año de conocernos y me dice esto, me deja sin palabras.
-¿Qué opinas? –dice un tanto nervioso, supongo que tiene miedo a mi respuesta.
-Yo…
-Sí no estás lista esperare, no tengo problema. –dice rápidamente. Él está nervioso de lo que pueda decir. Sé me hace adorable porque habla rápido.
-Acepto.
-¿Aceptas? –dice con cierto entusiasmo. Creo que alguien sé emociono.
-Acepto ser novia del señor Christian Taylor. –digo con una sonrisa en mis labios. Me río ante la reacción de Chris, el rápidamente toma mi rostro y me da un beso corto antes de gritar de felicidad.
__
Está noche Christian y yo cumplimos 3 años de nuestra relación, ahora vivimos juntos, es algo muy divertido y entretenido.
Con nuestros horarios tenemos tiempo para ambos, siempre pensamos en el presente y no el futuro, es algo que amo de él. Me encontré a Anthony hace unos días, conversamos un rato, el sigue igual… Con ese miedo al compromiso; aunque haya intentado besarme y Christian casi le da un golpe. Sé entero de esa manera que salgo con Chris.
Linda manera de presentar formalmente a mi novio.
Termino de leer y me dirijo a la pequeña y cómoda oficina de Christian.
-¡Chris! –Grito cuando estoy a una distancia promedia.
Observo cuando da un pequeño salto en su silla, sé gira hacía mi con el ceño fruncido.
-¿Sé puede saber porque casi me das un paro cardiaco? – Dice cruzando de brazos y achicando sus ojos hacía mí.
-… ¿Por qué te amo? –digo encogiéndome de hombros y riendo. Siempre me darán risa las actitudes de Christian.
Aprovecho que está de esa manera para darle un beso y sentarme en sus piernas mientras lo mimo por un rato.
-Te amo Ana. –dice el mirándome a los ojos. Cuando hace eso me hace sentir segura y muy feliz ya que observo que no miente.
-Yo igual Chris.
Coloca una mano en mi cintura y me acerca a él nos damos un tierno beso, sintiendo el calor del otro.

Nunca pensé que podría conseguir una persona así, de ser rechazada por una persona anti compromiso a ser amada por una que sabe y siente todas las emociones es algo muy fascinante.
Muchas de ellas Incluyendo a Anthony sé pierden de esté sentimiento. Siempre hay una luz donde podemos encontrar una alma gemela ¿verdad? Yo encontré la mía, iba a destinar la palabra “te amo” a otra persona que sólo le importaba tener algo físico.
Ahora encontré a alguien que ambas mi parte emocional no sólo el físico.
Christian Taylor es mi luz.

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